Mundo Caramelo

lunes, 7 de julio de 2008

Caramelos

Chicles, caramelos y golosinas son los dulces más deseados por los más pequeños. Sus pequeñas asignaciones semanales suelen ir destinadas a este tipo de chucherías, que muchos progenitores suelen usar como premio a una buena conducta. Otros, sin embargo, los prohíben, ya que los consideran poco alimenticios o, fundamentalmente, nocivos para la salud dental de los niños. En el caso de los caramelos, la mesura y el equilibrio nos darán la clave para disfrutarlos como se merecen.
Consumir caramelos y chicles es una opción saludable siempre que no abusemos. En sí, disfrutar del sabor de una golosina no es consecuencia directa de la caries. De hecho, cualquier alimento que disponga de carbohidratos en su composición (como patatas, pan, cereales, arroz), puede implicar la aparición de la caries. Una correcta higiene dental es imprescindible para evitar problemas de salud en la boca.
De hecho, caramelos o chicles pueden servir para aliviar la ansiedad que en algunas personas provoca el hambre. No sólo evita el picoteo, sino que, 15 minutos antes de comer o cenar, podremos sofocar la gula saboreando poco a poco un rico caramelo o masticando un chicle. Y con más razón si tenemos en cuenta que un caramelo suele aportar solamente 17 calorías.




Origen de los caramelos


Los caramelos nacen a raíz de la necesidad del hombre por encontrar un alimento ligero que sirviese de sustento para los viajes. Los primeros dulces, creados con pulpa de fruta, cereales y miel, servían a los viajantes y mercaderes para soportar los largos trayectos y proveerse de energía rápidamente. Ya los egipcios los elaboraban con miel y fruta.
La utilización de azúcar para elaborar caramelos procede de La India, donde comenzaron a elaborar azúcar sólido a raíz del zumo de caña. Gracias a este ingrediente, se desarrollaron nuevas y mejores técnicas de repostería, aunque durante siglos fue un producto de lujo difícilmente alcanzable.
Del siglo XVI proceden los antecesores de los caramelos actuales: frutos secos, pasas y crocantis, cubiertos de azúcares, miel, y chocolate. Los aromas de fruta o violeta les daban el toque de distinción que hacía de estos productos algo exquisito y muy caro. A mediados del siglo XIX comienzan en Estados Unidos los procesos industriales de producción de caramelos, que se irían extendiendo al resto del mundo.


2 comentarios:

silvia dijo...

muy buenas las recetas...estoy intentando hacer caramelos medicinales con esencias naturales de hierbas en forma artesanal pero no encontre nada al respecto...podrias ayudarme...gracias...silvia

Belen dijo...

hola silvia.
estube buscando acerca de lo que me pediste no encontre mucho. son recetas muy complejas como para realizar pero capaz te pueden llegar a ayudar. Mas adelante con tiempo voy a actualizar con el tema que me dijiste buscado buena informacion.
hasta luego
Belen


Caramelos de Echinacea.
Con Echinacea fresca de cultivo biológico.
Cada caramelo de 2,3g contiene:Jarabe de glucosa,azúcar de caña,miel,extracto de echinacea fresca(24mg),esencias naturales,color caramelo,mentol,aceite esencial de menta,ácido cítrico.

caramelo de Propolio.
Azúcar, própolis, drosera (Drosera rotundifolia), Malvavisco (althea officinalis), Llantén mayor (plantago major), acerola (Vit-C natural), Tomillo, Miel.